jueves, 8 de enero de 2015

Un dia me conto un señor, que estuvo en la segunda guerra mundial, un relato que me dejo atónito, lo comparto para reflexionar un poco...Vivía yo en un campo de concentración, sufría demasiado, pasaba hambre, no dormía y siempre tenia en mi cabeza el momento en que llegaran a la puerta los generales nazis y llamaran los números que teníamos tatuados en los brazos, para ver quien moriría ese dia, ya fuera a golpes, quemado o fusilado.Varias veces estuve cerca de morir, por andar trayendo comida para mi padre, madre y para mis hermanos pequeños, los cuales luego vi morir a todos a manos de oficiales nazis. Hacia el final de la guerra, ya sin ganas de vivir, un dia me sorprendió que el camión que transportaba la ración de pan habia llegado mas temprano, es mas, no era solo uno, eran cinco camiones llenos de pan, un pan que despertó a todos con su olor. Nos llamaron para hacer fila para recibir nuestra ración diaria y no lo estaban repartiendo como siempre, que era alrededor de un décimo de parte de un baguette, este dia estaban repartiendo un baguette por persona, me impresiono mucho esto, ya que los nazis siempre nos mataban de hambre y nos odiaban a muerte, pero ese dia era diferente, nos daban uno entero y nos decían que nos lo comiéramos lo mas rápido posible.Mi mejor amigo, estaba ya agonizante y no pudo formar la fila para recoger el pan, asi que sin que los oficiales nazis se dieran cuenta, tome la gran ración de ese dia y la escondí, para formar la fila de nuevo y llevarle una buena ración a mi amigo. Recibí la segunda ración y cuando iba caminando hacia donde estaba mi amigo, dos oficiales me detuvieron y me inspeccionaron, se dieron cuenta de que tenia una ración extra.Inmediatamente me empezaron a golpear de todas formas: a patadas, con la culata de sus rifles y con sus puños, hasta dejarme destrozado, pero yo resistía, porque sabia que el fin de la guerra estaba cerca y no podía desfallecer.Me dieron por muerto y me tiraron a un pozo lleno de cadáveres, estando yo vivo, el olor y el dolor eran indescriptibles. De un momento a otro, paso lo que nunca me habia pasado, empecé a dudar sobre Dios y me puse a pelear con el, recuerdo que mi ultima frase antes de desmayarme fue: - Dios, si verdaderamente existes, sácame vivo de este infierno!!!Al despertar, todo estaba muy callado, no habían gritos, ni perros y ya no habían oficiales nazis en el campo, pero este, estaba lleno de cadáveres por todos lados y como pude, me moví hacia donde estaban unos soldados estadounidenses, para que supieran que estaba vivo.La siguiente vez que desperté, unos dias después, estaba siendo atendido por médicos del ejercito estadounidense y me sorprendió lo que vi a mi lado, era mi mejor amigo, acostado en la camilla junto a mi!!!Empezamos a hablar y me conto que yo le habia salvado la vida, ya que ese dia era el ultimo dia de guerra y los estadounidenses estaban cerca del campo de concentración, asi que los panes entregados ese dia, eran para matarnos a todos, ya que estaban envenenados y todo aquel que comió, murio por envenenamiento y que solo el y yo, que no habíamos comido, nos habíamos salvado.Esta experiencia me sirvió para saber que si existe un Dios y que si una vez dude en El y jure nunca mas volver a hacerlo...

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