viernes, 19 de diciembre de 2014
- 11:51
- Nemesis Martes
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En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa.La mesera puso un vaso de agua en frente de el.- ¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuates? preguntó el niño.- Cincuenta centavos, respondió la mesera.El niño saco su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.- ¿Cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar.(En ese momento habían algunas personas que estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente).- Treinta y cinco centavos, dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas.- Quiero el helado solo, dijo el niño.La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue.El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue.Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costo tragar saliva con lo que vió... Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos... Su propina!El consejo de la historia: ¡Jamás juzgues a alguien solo por las apariencias! y ¡siempre considera que aquellos a quienes sirves pueden darte una sorpresa!
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