miércoles, 15 de julio de 2015
Esta asombrosa fotografía no corresponde a una nueva especie animal recién descubierta que amenaza nuestros ecosistemas. Ni siquiera es un monstruo de ficción salido de una posible noche de amor entre Jabba the Hutt y el Jar Jar Binks de “Star Wars”. Simplemente es un sapo de caña (Rhinella marina), también conocido como sapo neotropical gigante o sapo marino. Un guarda forestal en el noroeste de Perú se llevó una buena sorpresa cuando se encontró con este sapo con algo en la boca. Ese algo resultó ser un murciélago.
El guardabosques Yufani Olaya tomó la fotografía en el Parque Nacional Cerros de Amotape, en el que trabaja, para luego compartirla con el biólogo Phil Torres, quien a su vez trabaja en el Centro de Investigaciones Tambopata, en la Amazonía peruana.
Este es, probablemente, el primer registro fotografico de un sapo de caña comiéndose un murciélago, asegura con emoción Torres en su blog, ya que los murciélagos suelen volar muy lejos del suelo donde rondan estos sapos. Aunque, posiblemente, en este caso el murciélago voló demasiado cerca del suelo en busca de insectos y acabó en la boca del sapo.
Y no podía haber sido inmortalizado para la posteridad de mejor manera, pues este tipo de sapos son tan voraces que se comen casi cualquier cosa que se mueve y puede caberle en la boca. De hecho, esta característica les ha permitido tener mucho éxito como especie invasora en lugares tan distantes como Australia.
Sin embargo, una vez hecha la instantánea, el sapo no pudo cumplir su cometido ya que las alas del murciélago impedían que se lo tragara, por lo que en el afán de acomodarlo en su boca, la víctima pudo escapar.
Así lo cuenta el investigador Phil Torres en su blog RainForest Expedition
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