Mientras la fiebre del running azota la ciudad, cada vez son más los que se apuntan a una disciplina fitness algo más calmada. Hablamos, por supuesto, del power walking. ¿Cuándo es más conveniente caminar que correr? ¿Cuáles son los beneficios de cada una de estas prácticas? Cálzate las deportivas y prepárate para salir a la calle porque, como asegura el experto en biomecánica Eduardo Sieso, "lo importante es no quedarte nunca sin hacer nada. Si no puedes correr, camina rápido. Si no puedes caminar rápido, camina lento".
"Determinar si correr es mejor ejercicio que caminar o si por el contrario caminar es mejor que correr depende de qué aspecto de la salud se quiera cuidar, y depende del estado físico y de las preferencias de cada individuo. Aquello que es mejor para una persona físicamente activa, que dispone de poco tiempo y que disfruta de descargas masivas de endorfinas, no será lo más adecuado para otra persona que ha llevado una vida sedentaria, que tiene sobrepeso y a quien un profesional le ha prescrito la realización de ejercicio", explica la doctora Ángeles Prada, coordinadora de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Victoria Eugenia. Tal y como señala un estudio realizado en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkley, correr ayuda a perder peso más rápido que caminar, pero ambas actividades son igualmente saludables: no depende de la intensidad del ejercicio, sino de cuántas calorías se queman. Sin embargo, una persona tendría que caminar unos siete kilómetros a ritmo acelerado para hacer el mismo ejercico que al correr cinco kilometros. En lugar de ocuparle 38
minutos, tendría que hacerlo durante una hora y cuarto.
Los entrenadores personales de Personal Running cuentan a Vanitatis las razones por las que correr es perfecto para moldear la silueta. "Se trata de un ejercicio completo que implica el movimiento y coordinación de todos los segmentos corporales. Debido a su componente aeróbico, facilita la combustión de la grasa y ayuda a perder peso. Al mismo tiempo, sobre todo la musculatura del tren inferior y el core se ven favorecidos gracias a su efecto tonificante sobre estos grupos musculares". En el caso de que queramos potenciar los beneficios del running, ¿qué tenemos que tener en cuenta? "Es esencial basar tu plan de entrenamiento en la gran variedad de formas de entrenamiento que hay: cuestas, hiits, pliometría, propiocepción, coordinación, técnica, fartlek, velocidad, rodajes largos por montaña, potencia, etc... El corredor más completo y que más beneficios obtiene es el que es capaz de explotar todos los recursos que este deporte ofrece"
Las articulaciones de los miembros inferiores durante la carrera soportan una carga de dos y tres veces el peso corporal, lo que condiciona que las personas que corren tengan un riesgo mayor de desarrollar un proceso artrósico al cabo de los años frente a las personas que caminan”, indica la doctora Ángeles Prada, coordinadora de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Victoria Eugenia. Puesto que el impacto al correr es mayor que al andar, ¿cómo hay que correr para mitigar este contratiempo? "Debemos evitar llevarnos el primer impacto con el talón.
La primera parte que debe amortiguar el impacto ha de ser la parte medio/delantera o metatarso (ojo, no puntera). De este modo, seguidamente el peso se irá repartiendo hacia el resto del pie de forma gradual reduciendo el impacto. También deberíamos tratar de evitar tocar suelo con la pierna totalmente extendida. La rodilla debe estar en cierta flexión. Por último, correr demasiado rígidos de cadera, tronco y tren superior hará que aumente el impacto. Todos los segmentos corporales deben contribuir al movimiento como si de un baile se tratara, de forma sincronizada y coordinada, repartiendo el peso y equilibrando la ejecución para reducir así en gran medida los impactos bruscos y secos", explican los entrenadores personales de Personal Running.
martes, 14 de julio de 2015
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